"REGALITO"

"Regalito" no es un caballo de competición al uso. hasta hace un par de años era utilizado para el Rocío, la feria...  Su vida lejos de las pistas de geotextil, transcurría en los rastrojos de la campiña cordobesa. Allí destacaba en su especialidad de correr liebres a campo abierto. 

Pero "Regalito" escondía un gran secreto: un excelente potencial para el salto, que con trabajo, esfuerzo y una correcta dirección está dando sus frutos.

Nos encontramos frente a la genética contra la lógica: Un caballo que sin tener orígenes conocidos se ha visto inmerso en un mundo en el que ser hijo de padres campeones es casi obligatorio. 

"Regalito" se ha ganado el respeto de todos, y sus salidas a pista son un reclamo para un público expectante. Y en ese mundo  de alta competición y rivales de semejante talla, es dónde el azar, o quizás el destino, ha querido que él se colase accidentalmente.

¿Recuerdas aquél día, 

en aquella cacería,

que fuiste la más ligera,

 de la Baja Andalucía?

no hubo liebre que se fuera,

del tranco de mi caballo,

ni perro que le pudiera

ganar en velocidad, 

a jaca tan altanera.

El éxito te está esperando,

será tu sino final

Que no hay jaca más campera, 

ni flamenca ni torera

que nadie pudo soñar.

Por eso lo digo bien alto,

para el que lo sepa escuchar, 

sonaran oles por tangos

en un compás especial,

yo lo siento en mis adentros,

merece la pena esperar.

Augusto Centeno Guerra.

Pero todo esto no sería posible sin su jinete, Carlos Bosch, un gran amigo y otro genio por descubrir, con quien forma un binomio perfecto, todo en la competición se para porque nadie quiere perdérselos.

Hablamos de un caballo que con su corazón, habilidad y ganas de superación se está haciendo un hueco en los corazones de los aficionados y profesionales. Una historia real con valores, magia y gran trasfondo que a algunos les evoca al legendario "Jappeloup."